Este artículo fue publicado originalmente en el Semanario "Expresión" en el mes de abril de 2018; queremos compartirlo (con algunos detalles adicionales) en un aniversario más de la epopeya de Angamos.
El 10 de abril de 1948, hace setenta años, fallecía humildemente el grumete Alberto Medina, el último superviviente de la plana menor del legendario monitor “Huáscar”. Trece años después, en 1961, fallecía Manuel Elías Bonnemaison, el último superviviente del “Huáscar”, quien asistió a la campaña naval como guardiamarina. Queremos aprovechar el aniversario de la muerte de Medina, para brindar algunos apuntes sobre los veteranos del “Huáscar”, aquel monitor que se agiganta en nuestra memoria al paso de los años, en feliz frase del presidente Bustamante y Rivero.El combate de Angamos, según un grabado de la época. (revista "La Ilustración Española y Americana", noviembre de 1879) |
- Hijo natural, Tomás de Aquino Esteves nació en 1835 en Pacasmayo (hasta 1864, Pacasmayo formó parte de la provincia de Chiclayo). Desde joven, se enroló en la marina de guerra, combatiendo en Abtao (1866), y luego en la campaña naval. Sobrevivió a Angamos, y ante la virtual desaparición de nuestra marina, debió dedicarse al pequeño comercio. Falleció a los 84 años en febrero de 1919.
- El caso del grumete José Encarnación Mantilla es triste teniendo en cuenta su breve vida. Nacido en 1861 en el puerto de San José, son pocos los datos sobre Mantilla. Enrolado como grumete en el monitor, sirvió en la torre Coles del monitor, puesto en el que sucumbió en Angamos, con apenas dieciocho años. Su madre, Petronila Gamarra, presentó la solicitud para cobrar la pensión por el sacrificio de su hijo.
- Darío San Ginés era parte de los “buitres” de la Columna “Constitución”, fuerza de infantería de marina embarcada en el monitor, compuesta mayoritariamente por negros y zambos, de donde se desprende la denominación. San Ginés sobrevivió a la guerra, pasando a residir en Eten, de donde presumimos era oriundo. En 1912, solicitó al gobierno una pensión, la cual le fue denegada por no estar en servicio.
El paso del tiempo transcurrió inexorable para los veteranos del monitor, los que debieron subsistir en un país empobrecido y dolido luego de la derrota. Debieron indignarse ante el gesto del dictador Nicolás de Piérola al nombrar al almirante Grau, su heroico jefe, como un héroe de segunda clase en 1880, y luego en 1897, con su gesto de alabar al comandante del “Huáscar”. Año a año, acudían a las ceremonias, luciendo con orgullo sus uniformes; otros acudían con los modestos trajes de diario (como se puede apreciar en la imagen inferior). La muerte reducía con el tiempo las filas de los sobrevivientes. Personas de modesto nivel social, los veteranos de la guerra se hundieron en el anonimato. Otras veces eran ninguneados por la fría burocracia, cuando reclamaban la modesta pensión con la que este país de gentes ingratas les reconocía sus esfuerzos y sufrimientos. Y muchas veces, debido a la pobreza del Estado en reconstrucción, tal pensión era sumamente irrisoria: por ejemplo, la madre del marinero Aparicio Robles, caído en Angamos, recibió una pensión de 4 soles de plata con 50 centavos.
En diciembre de 1910, por Resolución Legislativa N.º 1357, se dispuso el pago de haberes a “los individuos de la tripulación y guarnición ó que, por contrata especial, hubiesen asistido al combate de Angamos, á bordo del monitor “Huascar””. En noviembre de 1917, otra Resolución Legislativa, la N.º 2509, ordenó expedir cédulas para “los tripulantes del Monitor “Huascar” don Manuel Mejía, don Eduardo Price, don Faustino Colán, don Eleodoro Dávila, don Ramón Galicia, don Ramón Tejada, don Tomás Estevez, don José Velásquez, don Alberto Medina, don José Santos Calderón y don Modesto Ruidias”. Diez años después, en abril de 1927, por Ley N.º 5802, se concedió una gratificación de 25% sobre “sus haberes o pensiones, a los sobrevivientes que a bordo del “Huáscar” o de la corbeta “Unión”, hubiesen asistido a alguno de los combates mantenidos por esos barcos durante la guerra de 1879”, otorgando a los veteranos del monitor el derecho a una medalla (de oro, si hubiesen asistido a toda la campaña de 1879; de plata, si sólo concurrieron a algún combate).Sirvan estas líneas en homenaje a aquellos marinos, de distintas culturas y razas, que combatieron por el Perú, que fueron homenajeados a la hora de los discursos, que sufrieron el olvido del Estado y luego la indiferencia de la posteridad. Aunque tarde, vale la pena rescatar su memoria.
El "Huáscar" y la "Unión" en alta mar. (Museos Navales del Perú) |
Estimado Dr. Centurión:
ResponderEliminarPermitame presentarme. Soy el Arq. Christian Arbaiza, natural de Pacasmayo y también docente universitario. Quisiera mayor información de mi paisano Tomás de Aquino Esteves, sobreviviente del combate de Angamos, según el investigador Manuel Zanutelli Rosas. Mi correo electrónico es carbaiza2@gmail.com. Mucho le agradecería contactarse conmigo.
Saludos cordiales
Estimado Arq. Arbaiza: Acabo de responderle a su correo. Saludos cordiales.
EliminarDon Tomás de Aquino Estevez nació en el distrito de Jequetepeque, provincia de Pacasmayo.
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