Blog dedicado al estudio de temas históricos y jurídicos peruanos.

viernes, 29 de julio de 2011

El primer Mensaje del nuevo Presidente

Tras unas elecciones convulsas y marcadas por la polarización, ayer asumió el gobierno pare el período 2011-2016, el candidato ganador, Cmdte (r) Ollanta Humala Tasso, líder de la alianza Gana Perú.
Sin embargo, como para no desentonar con lo controvertido que ha sido su campaña y las inquietudes que despertó en varios sectores (y que apaciguó con su política conciliadora tras su triunfo en la primera vuelta), Humala hizo la promesa de ejercer su gobierno honrando los valores de la Constitución de 1979, a pesar de que la Carta Magna vigente es la de 1993, promulgada por el gobierno de Alberto Fujimori, ante lo cual, los congresistas de la bancada fujimorista reaccionaron con gritos ante lo dicho, dando un bochornoso espectáculo ante las delegaciones extranjeras asistentes a la ceremonia.
Este incidente, hizo que muchos se cuestionasen sobre si el nuevo gobierno era o no legal, idea defendida especialmente por la bancada fujimorista. Sin embargo, únicamente en el siglo XIX se sancionó constitucionalmente la fórmula para la juramentación presidencial, que en el siglo XX ha sido dejada al criterio del presidente a juramentar, bastando con el hecho de jurar ante el Congreso (artículo 116º de la Constitución de 1993). Pero contra esto, se adujo que entre las atribuciones y obligaciones del Presidente de la República, esta el guardar y hacer guardar la Constitución y demás normas legales vigentes (artículo 118º, inciso 1 de la Constitución de 1993), caso que desde luego no es ya el del texto de 1979. Posteriormente, se adujo que el Presidente Humala había jurado ante la Constitución de 1993 (al decir "respetar el orden constitucional"), pero honrando los principios de su antecesora de 1979, de la cual dijo en su Mensaje:

Evoco aquí nuevamente la figura de Haya de la Torre y su legado, plasmado singularmente en la Constitución de 1979, la ultima constitución de origen democrático, a la que muchos no la han respetado y por eso la olvidan, que constituye para mí una verdadera inspiración por su contenido nacional, democrático y de libertad.
Más tarde, el Presidente del Tribunal Constitucional, Dr. Carlos Mesía, afirmó que con esta jura, Humala había actuado correctamente al llenar las pautas pedidas en la Constitución, y a título personal, estimó que la Carta Magna de 1979 vive en el colectivo de la Nación y que de la de 1993 se recuerda que su origen autoritario pero que también recoge líneas de 1979 en materia de derechos humanos. En efecto, si bien el texto del 93 fue aprobado en un referéndum de dudosa legitimidad, se ha mantenido vigente pese a las críticas de algunos sectores, pues si fue promulgado por una dictadura, se ha reivindicado con su desarrollo por la extensa jurisprudencia del TC, sobre todo a partir de la caída de Fujimori, momento desde el cual, se inició una década con la esperanza, a nivel constitucional, de afirmar y consolidar la constitucionalidad y el respeto a los derechos humanos en el Perú. No sería atinado echar por la borda lo avanzado en materia de estabilidad constitucional.
Tras este incidente, Humala dio lectura a un Mensaje relativamente breve en comparación a los que nos tenía acostumbrados el ex Presidente Dr. Alan García. En algo más de 8 páginas, el Presidente Humala afirmó que su administración será “un gobierno para todos”.
Las características de este gobierno pueden resumirse en los siguientes términos: reforma, democracia, libertades, inclusión, redistribución, crecimiento, paz con justicia, seguridad, descentralización, transparencia, soberanía y concertación.
El Mensaje del Presidente Humala fue (repetimos) breve, pero señaló con claridad que mantendría y consolidaría el crecimiento económico, respetando las reglas fiscales, el orden jurídico y constitucional; y las propuestas centrales de su hoja de ruta, señalando claramente la gradualidad en la ejecución de las políticas sociales inclusivas, ofreciendo borrar de la historia nacional el rostro de la exclusión:
Declaro ante el Congreso, ante los presidentes amigos aquí reunidos y ante el pueblo peruano que, fiel al mandato de las urnas y en pleno respeto al Estado de Derecho, dedicaré toda mi energía a sentar las bases para que borremos definitivamente de nuestra historia el lacerante rostro de la exclusión y la pobreza construyendo un Perú para todos, atento siempre, en los más frágiles de nuestros hermanos. Exigiré el mismo compromiso y la misma energía a todo el equipo que me acompaña en el Ejecutivo.
El discurso giró en torno a la inclusión social como la base para consolidar la democracia y un crecimiento sostenible. A lo largo del Mensaje, también el Presidente lamentó el recibir un país fracturado y herido, que le ha dado la espalda al interior, en medio del acecho de la corrupción y el despilfarro. Pero además, el Presidente Humala enfatizó nuestra rica diversidad cultural subrayando la tolerancia y el rechazo a la discriminación y la exclusión, sin copiar modelos extranjeros de gobierno (un tema ante el cual no podemos menos que recordar la "tercera vía" del gobierno del general Velasco):
Nuestra voluntad no es la de copiar modelos, queremos, como Basadre que el Perú deje de ser el espacio problemático que era y sigue siendo, queremos para ello construir un camino propio, un modelo peruano de crecimiento con estabilidad, democracia e inclusión social. Tomaremos como ejemplo lo bueno de otras experiencias, pero como decía el amauta José Carlos Mariátegui, no habrá calco ni copia sino creación heroica.
En cuanto a sus medidas, el Mensaje se refirió a sus promesas electorales afirmando que se darían de forma gradual, sobre todo lo referente a la remuneración mínima vital y la pensión 65 (los temas más discutidos en la campaña), resaltando la prioridad del Lote 88 de Camisea hacia el uso interno. Asimismo, dijo que se honrarán los acuerdos comerciales (un tema que originó numerosos resquemores hacia el nuevo gobierno, enemigo desde 2006 del TLC con Estados Unidos, llegando inclusive sus congresistas a protagonizar bochornosos espectácules entonces), promoviendo una “economía nacional de mercado abierta al mundo” (un sistema propugnado en el Plan de Gobierno original, el que tantos temores ocasionó al principio). Humala también habló de potenciar el rol del Estado en la economía, esperemos que sin llegar al nefasto intervencionismo estatal que tan mal ha resultado en nuestra historia republicana:

El Perú establecerá una nueva relación entre el Estado y el mercado, distinta de las fracasadas recetas extremas del Estado intervencionista o del Estado mínimo y excluyente. En esa nueva relación, el Estado será un promotor de la inversión y del desarrollo, garante del ejercicio de los derechos y libertades, impulsor de las oportunidades para todos.
En estas oportunidades para todos, el Presidente afirmó la necesidad de priorizar la educación, la salud y la nutrición infantil, mejorando las condiciones de trabajo, construyendo escuelas, postas, cunas y mejorando el salario básico. Para ello, se anunció la creación de un nuevo Ministerio, el de Desarrollo e Inclusión Social, que vendría a ser el 19º. Esperemos que no se convierta sólo en un ente burocrático más.
Por otro lado, un punto complejo fue el de las empresas con participación del Estado. La repotenciación de Electroperú, del SIMA y de ENAPU (estas dos últimas en pro de la forja de una Marina mercante nacional) y la adopción de medidas para lograr que el Perú cuente con una línea aérea de bandera, serán temas que serán materia de debates a lo largo del quinquenio que se inicia.
Un punto positivo del Mensaje fue afirmar la filosofía de la solucion pacifica a los litigios internacionales, con una especial mención al problema marítimo con Chile, cuyo Presidente, Sebastían Piñera, se hallaba de asistente en el hemiciclo, además de defender la integración americana y la potenciación de las relaciones del Peru con todos los vecinos. En cuanto a asuntos internos, el Presidente Humala expuso la necesidad de repotenciar a las Fuerzas Armadas y el combate a lacras como el narcotráfico, la corrupción y la delincuencia.
El primer Mensaje a la Nación del Presidente Humala ha sido así, un discurso pequeño, sin sobresaltos, sin anuncios radicales (las promesas electorales se harán de forma gradual y los otros anuncios serán materia de discusión y debate), pero que dijo mucho, dirigiéndose prácticamente a todos los sectores de la sociedad, haciendo invocaciones a todos los actores sociales, por paz, paciencia, consecuencia, honradez, responsabilidad; y sin explayarse en tantos temas, afirmó tajantemente que los detalles de sus propuestas quedarían a cargo del nuevo Presidente del Consejo de Ministros, Sr. Salomón Lerner, en el plazo de ley, ante el Congreso de la República.

2 comentarios:

  1. Felicitaciones por este blogger, hoy lo encontré de pura casualidad. Me agradó el análisis del primer mensaje presidencial de Ollanta Humala, recordando cómo nuestro presidente viró de su tendencia radical a una moderación que nos mantiene con el mismo esquema de los gobiernos anteriores desde el fujimorismo.

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